miércoles, 21 de marzo de 2018

UN UNICORNIO HA VENIDO Y NADIE SABE CÓMO HA SIDO


     El escritor vallisoletano Gustavo Martín Garzo visitó el IES Itálica de Santiponce el pasado 14 de marzo y se mostró admirado por todo cuanto su libro, La puerta de los pájaros, había sido capaz de inspirar para la decoración de la biblioteca del Centro, de la que se mostró completamente enamorado. Entusiasmado, quiso posar junto al unicornio que, para la ocasión, pintó en la cristalera el alumno de 4º de ESO A, Mario Martín Sánchez.

     Para comenzar su inmersión en las páginas del libro que le ha tenido recorriendo Institutos de Educación Secundaria sevillanos, el escritor explicó que “la literatura no es sino una búsqueda de la belleza que hay en el mundo” y que “la primera obligación de todo escritor, como buscador de palabras, es la de ser cuidadoso con ellas”, de manera que “todo lo que escriba sea lo más diáfano posible”. Se trata, en definitiva, según puso de manifiesto, de "que nuestras palabras sean capaces de conmover y de encantar", que eran "las cualidades de los narradores orales". Martín Garzo añadió que todos deseamos "estar con las personas que tienen el don de contar bien las cosas, de poner palabras a aquello que sucede".

     A continuación, contó a los alumnos una historia recogida en Las mil y una noches con la que quiso ejemplificar la capacidad de evocación y de despertar la imaginación que posee la literatura. 
     Envueltos por un ambiente propicio para la escucha, creado por la suave dicción castellana de Martín Garzo, los alumnos de 3º de ESO B comenzaron a preguntar al autor cuantas cuestiones habían extraído de la lectura de La puerta de los pájaros, un libro que cuenta, acompañado de bellísimas ilustraciones de Pablo Auladell, la historia de los encuentros de una princesa, un unicornio y otros seres míticos; un relato sobre la infancia y los días pasados. Una fábula fantástica sobre el alma de esos niños que fuimos una vez y que todos guardamos más o menos cerca.

     Seis días después de la celebración del Día Internacional de la Mujer, Gustavo Martín Garzo, respondiendo a una de las preguntas formuladas, expresó que “lo que desean las mujeres es ser dueñas de su propio destino”.







sábado, 10 de marzo de 2018

ETERNA ANDALUCÍA, CANTADA Y PINTADA; SENTIDA Y SOÑADA

Como al olmo seco y viejo de Machado, al afable árbol de nuestra biblioteca, con las lluvias de febrero, algunas hojas verdes le salieron...Y floreció, una vez más, como cada 28 de febrero, el arte depurado de poetas, pintores, escultores y escritores andaluces...


Y como el sonido del himno andaluz se mezcló con el mundo del disfraz, os dejamos una joya del poeta gaditano más universal...


Balada para los poetas andaluces de hoy

¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora?
¿Qué miran los poetas andaluces de ahora?
¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora?
Cantan con voz de hombre, ¿pero dónde los hombres?
Con ojos de hombre miran, ¿pero dónde los hombres?
Con pecho de hombre sienten, ¿pero dónde los hombres?
Cantan, y cuando cantan parece que están solos.
Miran, y cuando miran parece que están solos.
Sienten, y cuando sienten parece que están solos.
¿Es que ya Andalucía se ha quedado sin nadie?
¿Es que acaso en los montes andaluces no hay nadie?
¿Que en los mares y campos andaluces no hay nadie?
¿No habrá ya quien responda a la voz del poeta?
¿Quien mire al corazón sin muros del poeta?
¿Tantas cosas han muerto que no hay más que el poeta?
Cantad alto. Oiréis que oyen otros oídos.
Mirad alto. Veréis que miran otros ojos.
Latid alto. Sabréis que palpita otra sangre.
No es más hondo el poeta en su oscuro subsuelo
encerrado. Su canto asciende a más profundo
cuando, abierto en el aire, ya es de todos los hombres.
¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora?
¿Qué miran los poetas andaluces de ahora?
¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora?
Cantan con voz de hombre, ¿pero dónde los hombres?
Con ojos de hombre miran, ¿pero dónde los hombres?
Con pecho de hombre sienten, ¿pero dónde los hombres?
Cantan, y cuando cantan parece que están solos.
Miran, y cuando miran parece que están solos.
Sienten, y cuando sienten parece que están solos.
¿Es que ya Andalucía se ha quedado sin nadie?
¿Es que acaso en los montes andaluces no hay nadie?
¿Que en los mares y campos andaluces no hay nadie?
¿No habrá ya quien responda a la voz del poeta?
¿Quien mire al corazón sin muros del poeta?
¿Tantas cosas han muerto que no hay más que el poeta?
Cantad alto. Oiréis que oyen otros oídos.
Mirad alto. Veréis que miran otros ojos.
Latid alto. Sabréis que palpita otra sangre.
No es más hondo el poeta en su oscuro subsuelo
encerrado. Su canto asciende a más profundo
cuando, abierto en el aire, ya es de todos los hombres.
Rafael Alberti